El Grupo de Trabajo de Igualdad de Género de CALRE, Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de Europa, coordinado por la presidenta de la Asamblea Regional de Murcia, Rosa Peñalver, ha analizado los estudios empíricos, datos e indicadores ofrecidos por las investigadoras de reconocido prestigio, nacional e internacional, María Ángeles Durán, María del Mar García Calvente, Pilar Carrasquer y Sara de la Rica, durante las jornadas de trabajo celebradas del 4 al 6 de octubre en Cartagena.
Peñalver ha manifestado su satisfacción por el buen desarrollo y futura utilidad de este encuentro, en el que han participado activamente los miembros de la Comisión Especial contra Discriminación y Violencia de Género de la Asamblea, así como otros diputados y diputadas regionales. “La Asamblea Regional ha celebrado por primera vez unas jornadas de trabajo europeas, cuyas conclusiones se remitirán a todas las instituciones de la Unión a fin de impulsar políticas que fomenten la igualdad real entre mujeres y hombres. La igualdad de género no es cosa de unos u otras, debe ser un asunto prioritario en la agenda política porque afecta a toda la sociedad, imprescindible para que avancemos hacia un modelo desarrollado y sostenible”, ha manifestado la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver.
Los presidentes y presidentas asistentes a las jornadas del Grupo de Trabajo de CALRE han abordado junto a las expertas en materia de igualdad dos cuestiones de vital importancia para el progreso social: la invisibilidad del trabajo no remunerado y su impacto en la economía de las mujeres, que se manifiesta en un acusado empobrecimiento durante su etapa activa y el riesgo de exclusión social en la vejez, y los riesgos también para la salud; y la brecha salarial entre mujeres y hombres, que se acentúa y permanece estable a partir de los 30 años.
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Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco e investigadora asociada en FEDEA, Fundación de Estudios de Economía Aplicada, así como en otros centros internacionales, recientemente galardonada con el Premio ‘Economista Vasca 2018- Ekonomistak Saria 2018’ por sus estudios sobre temas de especial relevancia social, ha sido la encargada de cerrar el ciclo de conferencias de expertas en perspectiva de género, dentro de la reunión del Grupo de Trabajo de Igualdad de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de Europa, CALRE, celebrado en la Asamblea.
La ponente ha ofrecido un buen número de iniciativas a aplicar en distintos ámbitos de la vida política y social, con el objetivo de erradicar las brechas de género. Entre las medidas propuestas figuran los permisos de maternidad y paternidad iguales, intransferibles y sucesivos; la racionalización de los horarios, con jornadas continuas generalizadas; una mayor sensibilización social hacia las nuevas masculinidades; la supervisión y penalización de la discriminación de género en la empresa, con la exigencia de una mayor transparencia sobre los sueldos y la inspección; la promoción del curriculum ciego en las fases tempranas de contratación; y la educación en igualdad.
La profesora titular del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, investigadora del Centro de Estudios Sociales sobre el Trabajo y la Vida Cotidiana, QUIT, y del Instituto de Estudios del Trabajo, IET, de la UAB, entiende la brecha salarial de género como fenómeno multidimensional, que constituye una de las expresiones más notables de las desigualdades entre mujeres y hombres en las sociedades europeas.
A pesar de que la legislación vigente protege contra la discriminación salarial, la diferencia entre el salario femenino y el masculino continúa situándose por encima del 20 por ciento en España. Todos los indicadores apuntan a que la brecha salarial de género, lejos de desaparecer, se consolida y refuerza como un eje clave de desigualdad de género en el mercado de trabajo.
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La profesora de Género y Salud de la Escuela Andaluza de Salud Pública ha defendido en su ponencia “El impacto de cuidar sobre la salud de las personas cuidadoras: un exponente de las desigualdades de género” la necesidad de desarrollar más actuaciones políticas y leyes dirigidas a lograr equidad entre mujeres y hombres.
Para García Calvente, los cuidados informales, desempeñados en más del 75 por ciento de los casos por mujeres todos o casi todos los días de la semana durante 8 horas o más, juegan un papel clave en las desigualdades de género y de salud, y son un paradigma de la invisibilidad de la contribución de las mujeres a la sociedad.
Por lo general, se trata de un trabajo no remunerado, sin precio en el mercado, algo que se suele confundir con una carencia de valor, que generan un impacto laboral y económico en la persona cuidadora, quien no puede plantearse trabajar fuera de casa o ha tenido que reducir su jornada, con los consecuentes problemas económicos. Y quien, además, acaba descuidando su propia salud y aislada socialmente por la renuncia laboral y la falta de tiempo de ocio.
Al respeto, la doctora en Medicina sostiene que “mientras el cuidado no se entienda como un activo valioso para la salud no será considerado como una prioridad en el desarrollo de políticas sanitarias y de bienestar”. Para ello, García Calvente reivindica un mejor desarrollo de los servicios públicos necesarios, sin sesgo de género, y de mejores estrategias para conseguir un reparto más equitativo de los cuidados entre mujeres y hombres y entre familia y estado.